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Platos japoneses que no son sushi ni ramen y que TIENES que probar.

¿Eres fanático de la comida japonesa y quieres ir más allá del sushi y el ramen? Aquí tienes una guía de platillos esenciales que debes conocer para tu próxima visita a un restaurante japonés.
Yakitori: Brochetas para acompañar una cerveza

Estas brochetas de pollo a la parrilla son el bocado perfecto para una comida relajada después del trabajo. Al entrar a un restaurante de yakitori, el calor del carbón y el aroma del pollo a la parrilla te reciben. Los chefs preparan brochetas con prácticamente todas las partes del pollo: desde la pechuga y el muslo, hasta el corazón, la molleja e incluso el cartílago. Son una opción económica y deliciosa para disfrutar con una bebida.
Okonomiyaki: El "pancake" salado japonés

Aunque a menudo se describe como un pancake salado, el okonomiyaki es mucho más. Se prepara con una masa de huevo y harina mezclada con repollo, que se cocina en una plancha. La gracia está en que puedes personalizarlo: la palabra "okonomi" significa "preferencia". Puedes añadirle panceta, kimchi, verduras varias, y se suele acompañar con copos de bonito seco, mayonesa y una salsa especial.
Udon: Fideos gruesos y reconfortantes

Estos fideos de harina de trigo son un pilar de la comida japonesa. Son una opción de almuerzo sustanciosa y económica, que normalmente se sirven hervidos en un caldo simple. La versión más básica, el kake udon, es más que suficiente para una comida completa. Si quieres añadirle más sabor, los restaurantes suelen ofrecer toppings como huevo crudo, trozos de tempura o cebollín.
Sopa Miso: La sopa que acompaña cualquier comida

Esta sopa ligera está presente en el desayuno, almuerzo y cena japoneses. Se elabora con dashi y miso, una pasta salada de soja fermentada. Existen cuatro tipos principales de miso (blanco, rojo, mezclado y de cebada) y docenas de variedades regionales, cada una dando un sabor único a la sopa.
Unagi: Anguila para recargar energías

El unagi, o anguila, se come tradicionalmente a la parrilla y bañada en una salsa tare dulce y salada. Se dice que da energía y vitalidad, por lo que es costumbre comerla durante el Día del Buey para combatir la fatiga del verano y también se considera un afrodisíaco.
Wagashi: Dulces tradicionales como joyas

Los wagashi son los dulces tradicionales de Japón. Esta categoría es muy amplia e incluye desde simples mochi (masa de arroz) rellenos de frutos secos, hasta delicadas obras de arte que se sirven en las ceremonias del té. Son una muestra de la estación y la región.
Tonkatsu: La milanesa japonesa

Este filete de cerdo empanizado es un plato muy popular. Se inventó en 1899 y en un principio se consideraba un plato de estilo occidental, ya que el cerdo no se consumía mucho en Japón. Se sirve con arroz y repollo rallado. Cuando se le añade salsa de curry, se convierte en el popular katsu curry.
Oyakodon: Un clásico casero y reconfortante

Su nombre, que significa "tazón de padre e hijo", hace referencia a que lleva pollo y huevo. Es un plato sencillo y reconfortante donde la cebolla, el pollo y el huevo batido se cocinan juntos en dashi para luego servirse sobre un tazón de arroz humeante.
Yokan: Un dulce denso y tradicional

El yokan es un postre clásico hecho de pasta de fríjoles rojos dulces y agar-agar, dándole una textura gelatinosa y densa. Se vende en bloques que se cortan en porciones pequeñas. Es muy dulce, por lo que con un par de bocados es suficiente, ideal para acompañar con té.
Ahora ya tienes una nueva lista de platillos por explorar. ¿Cuál probarás primero?
